El guardián de la marea de Mayte Uceda
—Se quedó en silencio unos segundos y después añadió—: Los niños de mi país... Sus ojos estaban fríos como hielo... Esos niños sobreviven de igual forma que los perros. Llenan sus pequeños corazones de rencor. Pronto serán hombres y mujeres... ¿Qué valor tendrá para ellos su propia vida o la vida de los demás? Los aliados ganaron guerra, es cierto, pero no ganaron paz.
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