Simplemente mágico de Mary Balogh
En ese momento él comprendió que el amor no moriría nunca, que nunca se disiparía del todo. Quizá llegara un día en que él conociera a otra mujer y se casara con ella. Quizá fuera incluso relativamente feliz. Pero en su corazón siempre habría un lugar profundo y precioso reservado a su auténtico amor.
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