Simplemente enamorados de Mary Balogh
Yo huí de usted. Pero eso se debe a que la persona comprende al instante que usted ha sufrido algo indeciblemente doloroso de lo que no estará nunca libre. Cuando las personas le ven por segunda, tercera o trigésima vez, ya no ven eso. Usted es usted, y el brillo de la persona se abre paso a través de su apariencia.
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