Simplemente enamorados de Mary Balogh
No esperaba con ilusión ese verano. Se mantendría alejado todo lo que le fuera posible. Por lo menos intentaría mantenerse fuera de la vista de los niños; no quería asustarlos. La peor sensación del mundo era ver miedo, repugnancia, horror y terror en las caras de los niños y saber que era su apariencia la causa. |