Pichis de Martín Lasalt Gea
Les molestó la miradita del pendejo, su sonrisa de PowerPoint mientras les daba cinco pesos. Se habia creido todo, el muy imbécil. Como ellos. Ellos también se habian creido todo, y ver lo mismo en el idiota les dio un asco desesperado, parecia que nadie encontraba una salida.
|