Tacones rojos para una Diosa de Marta Muñoz Barrero
A pesar de esa carita de niña buena, Dalia había demostrado que no era una muñequita sumisa e indefensa. Por dentro parecía tan fiera como un dragón, con fuego incluido.
|
Tacones rojos para una Diosa de Marta Muñoz Barrero
A pesar de esa carita de niña buena, Dalia había demostrado que no era una muñequita sumisa e indefensa. Por dentro parecía tan fiera como un dragón, con fuego incluido.
|