Bésame, princesa, y quédate conmigo de Marta Lobo
Quién me iba a decir a mí que mi vida daría un giro tan brutal. Nuestra familia había crecido sin parar. Hannah llegó de la mano de Hans aquella noche de Acción de Gracias hacía ya cuatro años y desde entonces no habíamos estado separados ningún día.
|