Diario de Italia de Marina Hernández
Escribir es pensar. La experiencia deja una huella muy ligera cuando no me ocupo de registrarla, de evitar que muera. Regreso sobre ella y trato de decir qué fue lo que pasó con este lenguaje que me parece que siempre está incompleto. Escribir es memorizar, conservar vivo, luchar contra la extinción de lo inasible: el tiempo, las sensaciones que pasan rápido por el cuerpo y después se pierden, la misma forma que tiene el recuerdo, cambiante y etérea como un paisaje en movimiento. Escribir es escribir: pulso del corazón en cada trazo. Escribir es dejar una puerta abierta. |