Nuestra parte de noche de Mariana Enríquez
Después escuchó que el Negro le decía a su tío «es un pibe triste». Y esperó la afirmación de su tío, el sí, la decepción. Pero él lo sorprendió. No, le dijo al Negro. No es triste. Es su temperamento. Y si fuese triste, cuál es el problema. Es como es. Andar en pedo y a los gritos no le gusta a todo el mundo. Nosotros hacemos ruido para tapar el agujero que tenemos adentro.
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