En memoria de la memoria de María Stepánova
Lo que de alguna manera me había servido para ilustrar la unidad de la historia familiar y la historia personal se había convertido de golpe en una alegoría: de la imposibilidad de contarla, la imposibilidad de conservar siquiera algo, y de mi total incapacidad de armar mi ser a partir de los trozos de un pasado ajeno o, al menos, de asimilarlo de una manera convincente.
|