El bosque de los cuatro vientos de María Oruña
No podía saber que cada uno de aquellos vientos eran los precipicios, las crueldades y los soplos de fortuna de cada época, de cada historia. ¿Qué aires soplaría en cada una de las centurias del mundo, contra qué demonios y circunstancias tendría que luchar cada cual según el instante del tiempo en el que hubiese nacido? [...] Todos estamos a merced de los vientos y llegamos a ser lo que somos según nos atrevemos o no a caminar contra ellos.
|