Un lugar a donde ir de María Oruña
A la niebla y el mar, como a los amantes infieles, les cuesta separarse. Deben hacerlo, es su propia naturaleza la que les marca caminos divergentes, pero a veces se entretejen de forma difusa y, en lugar de que todo sea opaco y triste, su encuentro se convierte en algo que sabemos que va a morir, que va a deshacerse en el aire pero que destila belleza
|