Puerto escondido de María Oruña
Y para ella la miseria era la oscuridad más pétrea y aborrecible, y su vida en Comillas era la luz, el dulce su grano de azúcar de un mundo de hadas infantil. Pero no tengo ganas de contar una historia triste, solo revelaré la verdad que construyó al monstruo. No nos queda mucho tiempo.
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