Cuando no queden más estrellas que contar de María Martínez
Empecé a ser más mía y menos de los demás. Me convertí en mi propio superhéroe y entendí que nadie puede salvarme, eso debí hacerlo yo. Defenderme es cosa mía. (Pág. 396) |
Cuando no queden más estrellas que contar de María Martínez
Empecé a ser más mía y menos de los demás. Me convertí en mi propio superhéroe y entendí que nadie puede salvarme, eso debí hacerlo yo. Defenderme es cosa mía. (Pág. 396) |