Cuando no queden más estrellas que contar de María Martínez
Todo parece cambiar cuando tú cambias. Esa es la verdad. Y una vez que comienzas ese tránsito, no te detienes hasta definir quién eres. Hasta aceptar tus contradicciones. Tus miedos. Tus deseos. Que no todo tiene sentido. Y cuando eso ocurra, baila. Lo digo en serio, baila. Lo fácil es rendirse, pero bailar... Bailar te obliga a ponerte en pie. (Pág. 396) |