Cuando no queden más estrellas que contar de María Martínez
Queda bonito en las películas, ¿verdad? Esa conexión predestinada que nos golpea con la fuerza de un tsunami. Con la que soñamos y, al mismo tiempo, de la que renegamos, porque el amor a primera vista es imposible. No es real Todo el mundo debería saberlo. Ese amor, que explota de la nada como una supernova no existe. Solo es un pensamiento idealizado, que solemos confundir con otra reacción química igual de arrolladora: la atracción. (Pág. 98) |