Penélope y las doce criadas de Margaret Atwood
En una ocasión me dijo que todos teníamos una puerta oculta que conducía a nuestro corazón y que para él era una cuestión de orgullo encontrar la forma de abrir esas puertas, pues el corazón era a la vez llave y cerrojo, y quien lograra dominar el corazón de los hombres y descubrir sus secretos estaba más cerca de dominar a las Parcas y controlar el hilo de su propio destino.
|