El cuento de la criada de Margaret Atwood
Rezábamos por estar vacías para merecer que nos llenaran: de gracia, de amor, de abnegación, de semen y niños. Oh, Dios, Rey del Universo, graciar por no haberme hecho hombre. Oh, Dios, destrúyeme. Hazme fértil. Mortifica mi carne para que pueda multiplicarme. Permite que me realice |