El cuento de la criada de Margaret Atwood
Pero es falso, nadie muere por falta de sexo. Es por falta de amor por lo que morimos. Aquí no hay nadie a quien yo pueda amar, toda la gente a la que yo amo está muerta, o en otra parte. ¿Quién sabe dónde estarán o cuáles serán ahora sus nombres? También podrían no estar en ninguna parte, como debo estarlo yo según ellos. Yo también soy una persona desaparecida.
|