Roma de Manuel Vilas
Dijo que era la iglesia más hermosa de toda Florencia y me acompañó hasta el autobús. Casi no tuvimos tiempo de despedirnos porque el autobús marchaba ya. Le di un abrazo urgente, rápido, pero verdadero. Los mejores abrazos se ofrecen delante de un autobús que casi vamos a perder. Llegué a San Miniato y la lluvia arreciaba. |