Justicia poética de Mamen Monsoriu
Eso es la poesía. Sentir a mano alzada. Ponerle gafas a la vida. Colocar la belleza donde ya está. Amar con fuego. Doblar la intensidad. Gritar en silencio. Fabricar palabras a buen precio. Y fabricar con ellas hasta el éxtasis. El problema de la poesía es el mismo que el de la maternidad: decirle si supone un compromiso con la humanidad.
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