Hamnet de Maggie O'Farrell
Qué duros eran los huesos de la mano de un adulto y qué tierna y blanca la carne de un niño, qué fácil doblar y torcer aquellos huesos jóvenes, aún sin hacer. Qué sensación de furia, qué humillación impotente lo embargaba, lo aporreaba, en los largos minutos que duraba la paliza.
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