El retrato de casada de Maggie O'Farrell
Nunca habla de ello, nunca le cuenta a nadie, ni siquiera a su confesor, que aquella carita gris perla y aquellos deditos doblados todavía la rondan en sueños, que los echa de menos y los quiere incluso ahora, que su ausencia le ha hecho una herida que la atraviesa de parte a parte.
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