Una propuesta arriesgada de Lorraine Murray
—No sabía que supieras ponerle un pendiente a una mujer —le confesó sorprendida por su gesto mientras le sonreía divertida. —Ni yo podía imaginar que al entrar en la habitación encontraría una aparición —le susurró con voz ronca mientras se inclinaba sobre ella y percibía como su piel se le erizaba. |