Una propuesta arriesgada de Lorraine Murray
(…) Sentía una extraña mezcla de sentimientos. Deseaba curarla y que se restableciera, ya que era su deber como médico. Pero al mismo tiempo tenía una obligación como oficial inglés de entregarla a la justicia. Nunca pensó que conocer al jefe de los MacFarland en persona pudiera afectarle hasta el punto de no saber si sería capaz de cumplir con su cometido.
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