Da Capo de Lola Rey
(…) Le preocupaba que el señor Holton le pareciese tan atractivo, irresistible casi, le preocupaba que su cuerpo pareciese tensarse como la cuerda de un violín cada vez que él estaba cerca, le preocupaba el cosquilleo que su profunda voz provocaba en su nuca, pero sobre todo le preocupaba lo que empezaba a sentir por él.
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