Anna Karenina de León Tolstoi
«Soy una mala mujer, una mujer perdida —pensaba—, pero no soporto la mentira, la aborrezco. En cambio, para él, es el pan nuestro de cada día. Lo sabe todo, lo ve todo. Y, sin embargo, ahí está hablando tan tranquilo. ¿Qué sentirá en su fuero interno? Si me matara a mí o matara a Vronski, le respetaría. Pero no, lo único que le importa es la mentira, guardar las apariencias»
|