Jadzhi Murat de León Tolstoi
De pronto reparé en una zanja en la que crecía un maravilloso cardo en flor […]. Traté de cortar el tallo, pero la tarea se reveló complicada: no es solo que la planta pinchara por todas partes, […] sino que era tan resistente que tuve que luchar con ella casi cinco minutos, arracando las fibras una a una. Cuando por fin conseguí mi propósito, el tallo estaba hecho jirones y la flor ya no parecía tan lozana y hermosa. […] Lamenté haber destruido en vano una flor que lucía tan bella en la planta y la arrojé a un lado.
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