Como ya he hecho en otras ocasiones, voy a comenzar la reseña hablando de la portada. Hasta que no busqué fotos de una de las protagonistas de la historia, no me di cuenta de que es ella esa mujer tan atractiva que ocupa toda la portada. Después de leer una acompañante en Nueva York, quise ahondar más en la historia de Louise, porque he de reconocer que en el tema de cinematografía estoy bastante pegada, y ya no digamos en cuanto al cine mudo americano, que estoy en pañales. Esta novela me ha servido para conocer a esta alocada y moderna dama que se convirtió en una gran diva del séptimo arte. Una acompañante en Nueva York es una novela donde las protagonistas son dos mujeres que no pueden ser mas opuestas. Por un lado tenemos a Cora Carlisle, una mujer que arrastra tras de sí un pasado algo impreciso y que es el estereotipo americano de señora de mediana edad anclada en los convencionalismos sociales y morales imperantes en los años veinte. Cora es un personaje totalmente ficticio, creado por la autora para convertirse en la figura que lleva sobre sus hombros todo el peso de la historia. Por otro lado tenemos a Louise Brooks, un personaje real, que se convirtió en una diva del cine de los años veinte. Louise es una persona muy segura de si misma. Pese a su juventud, era una mujer hecha y derecha, una mujer moderna, inteligente y sin miedo a las opiniones de los demás. Era atrevida y desenfadada, de carácter indómito, muy ambiciosa y con un talento extremo. Ambas mujeres viven en un pueblo de Kansas, en Witchita, y se van a conocer porque la joven Louise quiere viajar a Nueva York para realizar un curso y que pueda ser seleccionada por una compañía de danza. Es por esto que su padres deciden contratar a Cora para que acompañe a Louise a la gran ciudad. La historia transcurre durante los llamados "felices años veinte" , que fueron años de crecimiento económico y de cambios políticos, culturales y sociales, estos últimos cambios sobretodo lo veremos en el género femenino. La economía norteamericana, ahora la más grande y la más rica en términos per cápita, se encontraba inmersa en una fase expansiva , lo que incentivó el consumo de las familias (automóvil, electrodomésticos, teléfono, etc.). En Una acompañante en Nueva York, al autora retrata, con fidelidad extrema, los tabúes que padeció el género femenino de la época, veremos una sociedad donde estaba prohibido el consumo y la venta de alcohol, lo que dio pie a la proliferación de destilerías ilegales que daban salida a sus productos en el mercado negro, promovido por las redes mafiosas. Una acompañante en Nueva York está dividido en tres grandes bloques y la autora mantiene cierto ritmo en los dos primeros, que van a transcurrir en un periodo muy corto de tiempo , exactamente un mes. Luego, en la ultima parte, coincidente con la vuelta de Cora a Witchita, el periodo de tiempo abarcado es más amplio, de varias décadas, y aquí la autora pasa casi de puntillas, apenas profundiza en algunos acontecimientos relevantes. Es en esta tercera parte de la historia cuando Cora cambia radicalmente en cuanto a su forma de pensar. Digamos que se quita de encima bastantes estereotipos de la época que la oprimían, se vuelve más tolerante e incluso a mi me ha llegado a sorprender este cambio tan radical, porque parece otra persona diferente a como era cuando comenzó su viaje con Louise. En resumidas cuentas, el libro me ha gustado y lo recomiendo. A mí me ha servido para aprender algo más de la historia americana de primeros del siglo XX y también poder conocer y profundizar algo en la biografía de Louise Brooks, esta gran diva del cine mudo. Enlace: https://www.mislecturas.es/2.. + Leer más |