Los amantes del bosque de Laura Mercé
—Almudena, ya te habrás dado cuenta… de que aquí no podrás quedarte mucho tiempo más; sobre todo por mi salud, que es muy delicada. Y como tampoco podrás costearte ningún colegio, he estado hablando con las monjas de un orfanato, que se dedican a educar niñas y a transformarlas en señoritas de bien. Allí te prepararán para entrar al servicio de alguna familia rica como gobernanta…, o para el cuidado de señoras mayores que necesiten una dama de compañía. Sé que, aún con tus problemas de conducta y con esas extrañas y persistentes pesadillas que te corren por dentro haciéndote gritar en medio de la noche, llegarás…, si te lo propones, a sacar provecho de esto. Así, cuando llegues a la mayoría de edad, podrás ganarte la vida decorosamente. Como eres bonita, hasta puedes hacer un buen matrimonio. Recuerda que para una mujer convertirse en ama de casa y velar por el cuidado del esposo y de tolos los hijos que Dios le dé es la ocupación más sagrada… Y es para eso que hemos sido creadas. Sus palabras quedaron flotando en el aire, mientras entraban y salían de mi cabeza, como un eco lejano: «Llegar a ser una solterona institutriz, cuidando a niños maleducados y a personas mayores…, o ser abnegada y sumisa esposa». Esas perspectivas no me entusiasmaban demasiado. + Leer más |