Las vencedoras de Laetitia Colombani
Durante un incendio espantoso en el bosque, los animales asistían impotentes a la devastación. El único que se afanaba en coger agua con el pico y arrojar las gotas a las llamas era un minúsculo colibrí. «¡Pobre idiota! Así no vas a apagar el fuego», le dijo el armadillo. «Ya lo sé. Pero al menos habré hecho mi parte», respondió el colibrí. |