El elogio de la sombra de Junichirô Tanizaki
¿Cuál será el origen de esta diferencia en nuestros respectivos gustos? Yo pienso que nosotros los orientales tratamos de hallar satisfacción en las condiciones que nos han sido dadas y tendemos a conformarnos con nuestra situación. Ante la oscuridad no mostramos descontento, nos plegamos a ella como algo irremediable. Si la luz es pobre, que lo sea, no hacemos de ello problema. Nos sumergimos en las tinieblas, en pos de una belleza que solo ahí puede existir. Los occidentales, dotados de espíritu emprendedor, aspiran siempre a algo mejor. En su constante búsqueda de la claridad, en su afán por desterrar hasta el último rastro de sombra, pasaron de las velas a las lámparas de aceite, del aceite al gas y del gas a la electricidad.
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