El elogio de la sombra de Junichirô Tanizaki
Sin embargo, cuando me planteo estas cosas, no puedo dejar de pensar hasta qué punto mostraría nuestra sociedad un aspecto diferente al actual si Oriente hubiera desarrollado una civilización científica propia, por completo independiente de la occidental. Por ejemplo, si hablamos de los artilugios que manejamos en la vida diaria, de las medicinas o de las manufacturas, ¿no habrían nacido cosas mejor adaptadas a nuestra idiosincrasia nacional si hubiéramos alcanzado una física y una química propias, y sobre esa base hubiéramos desarrollado también una tecnología y una industria?
|