Los secretos de Sir Richard Kenworthy de Julia Quinn
Pero ella no quería que la tratara como un adorno frágil. La gente parecía pensar que era una chica delicada y frágil; Iris pensó que se debía al color de su piel y a su delgadez. Pero no lo era. Nunca lo había sido. Por dentro era una fiera. Y estaba decidida a demostrarlo. |