El corazón de una Bridgerton de Julia Quinn
En la vida de toda persona hay un momento crucial, decisivo. Un momento tan fundamental, tan fuerte y nítido que uno se siente como si le hubieran golpeado el pecho, dejándolo sin aliento, y sabe, sabe con la más absoluta certeza, sin la menor sombra de duda, que su vida nunca volverá a ser igual. En la vida de Michael Stirling, ese momento ocurrió la primera vez que vio a Francesca Bridgerton. Después de toda una vida seduciendo a mujeres, de sonreír ladinamente cuando ellas le seducían a él, de dejarse atrapar y luego volver las tornas hasta ser el vencedor, de acariciarlas, besarlas y hacerles el amor, pero sin comprometer jamás su corazón, le bastó una sola mirada a Francesca Bridgerton para enamorarse tan total y perdidamente de ella que fue una maravilla que se las arreglara para mantenerse en pie. |