Un romance adorable de Julia Quinn
-Puede que haya mirado con el ceño fruncido a uno o dos de tus pretendientes -¡maldita sea! No era su intención decir eso-, pero noa ti. -O sea, que me espiabas -dijo ella, triunfante. -Por supuesto que no -mintió él-. Pero era difícil no verte. |