El duque y yo de Julia Quinn
La rodeó con una mano y la sujetó mientras la tendía en la cama. Daphne sintió que se quedaba sin respiración cuando se perdió en sus ojos azules. Cuando uno estaba tendido, el mundo parecía distinto. Más oscuro y peligroso. Y muy emocionante porque Simon estaba encima de ella, acaparando toda su visión.
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