Mágico, sombrío, impenetrable de Joyce Carol Oates
"Le desagradaba mucho ser menuda. Le hubiera gustado medir metro sesenta y cinco, caminar con arrogancia femenina, con confianza sexual. Pero con un metro sesenta no le quedaba otro remedio que ser receptora, el receptáculo mismo, de un deseo masculino. La preocupaba haberse distanciado tanto de su familia, de sus parientes y de los amigos de la juventud. Cada vez que participaba en un brillante acontecimiento social, algo parecía apagársele dentro. Sentía cómo se infiltraba en su interior la falta de vida, una indiferencia helada." ('Mastín', pág.44). |