Un disfraz para una dama de Josephine Lys
—¿Aceptar qué, que amo a una mujer que es una mentirosa, que ha jugado con todos nosotros, que es impulsiva, terca, sabionda y que es como un dolor de muelas? No seas imbécil, ¡pues claro que la amo!, y eso me está volviendo loco.
|