Purgatorio: Captador de almas de José Antonio Bonilla Hontoria
No somos más que lo que nuestra alma nos da
|
Purgatorio: Captador de almas de José Antonio Bonilla Hontoria
No somos más que lo que nuestra alma nos da
|
Ciudad espejo de José Antonio Bonilla Hontoria
No hubo besos, ni gesto alguno de cariño. Habían fornicado como animales y así debían seguir sintiéndose. No había más. Roberto tardó en dormirse... después de llorar amargamente.
|
Ciudad espejo de José Antonio Bonilla Hontoria
Lo peor de todo era que, cuando te transformabas en escoria, en un ser incómodo, demonizado por la sociedad, pasabas a formar parte de lo que él llamaba la ciudad espejo, el lado oscuro de la urbe, un lugar donde el tiempo parecía transcurrir de una manera muy diferente al del resto de la gente. Y donde habitaban seres terribles y la maldad cobraba consistencia de una manera sórdida y siniestra.
|
¿Quién escribió la saga?