Hacia rutas salvajes de Jon Krakauer
El canto de sirena del vacío te crispa, convierte tus movimientos en torpes, vacilantes, espasmódicos. No obstante, a medida que la ascensión continúa, te acostumbras al riesgo, a contemplar de cerca la muerte, y llegas a creer en la fiabilidad de tus manos, tus pies y tu cabeza. Aprendes a confiar en tu propio autocontrol.
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