Paris: suivi de Notes sur l'amour de Jean Cocteau
Eternamente atravesada por una tropa de sans-culottes, con la boca abierta en forma de llanto, blandiendo una cabeza cercenada, por los Rastignacs y los Rubemprés que estaban tras bambalinas antes de entrar en escena, por los zazous del Directorio y por la juventud ardiente que arengaba a la multitud de pie sobre una silla
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