Videoclub: Las películas que cambiaron nuestra vida de Jaume Ripoll
Regresar a un film querido muchos años después es enfrentarse a surcos, arrugas y cicatrices. Son los nuestros, no los de la obra. Frente a lo que reza el cliché, conviene recordar que las películas nunca envejecen, somos nosotros quienes lo hacemos.
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