El código de CRUEL de James Dashner
Cerró los ojos. Lloró sin llorar. Una profunda negrura consumió su mente y su cuerpo. El tiempo se extendió como un mar infinito, sin horizonte. No había nada delante, todo quedaba atrás.
|
El código de CRUEL de James Dashner
Cerró los ojos. Lloró sin llorar. Una profunda negrura consumió su mente y su cuerpo. El tiempo se extendió como un mar infinito, sin horizonte. No había nada delante, todo quedaba atrás.
|