Nada más verte de Isabel Keats
—Mira, Amanda, voy a ser completamente sincera contigo —afirmó Georgina en cuanto se calmó un poco—. Si tu hermano no me pareciera el hombre más anticuado y con el peor corte de pelo que he visto en mi vida; si no pensara que la ropa deforme que lleva parece salida de un museo; si a pesar de todo eso me hubiera enamorado con locura de él, aun así, sé que no tendría la menor posibilidad... ¡Cada vez que me mira parece que estuviera chupando un limón!
|