Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
Y entonces lo oí. El ruido. Pum. El estallido más terrible que he oído en mi vida, el más ensordecedor, el más desgarrador. Como si todo fuera a morir después de semejante estampido.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
Y entonces lo oí. El ruido. Pum. El estallido más terrible que he oído en mi vida, el más ensordecedor, el más desgarrador. Como si todo fuera a morir después de semejante estampido.
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Te di ojos y miraste las tinieblas de Irene Solà
Lo entendió. Comprendió que todo tiene su precio. Y que el precio siempre es demasiado caro.
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Te di ojos y miraste las tinieblas de Irene Solà
Y, bien pensado, en esa casa y en esa casa y en esa montaña, y en todas partes, el tiempo siempre ha hecho lo que le había dado la real gana.
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Te di ojos y miraste las tinieblas de Irene Solà
La noche se había acurrucado en el interior de la masía como una alimaña y las sombras se paseaban sin pies por la casa. Cada rincón tenía su propia negrura, pesada, cavernosa y profunda.
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Te di ojos y miraste las tinieblas de Irene Solà
Lo entendió. Comprendió que todo tiene su precio. Y que el precio siempre es demasiado caro.
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Te di ojos y miraste las tinieblas de Irene Solà
Los herrerillos piaban con tanta fuerza que se oían desde la casa. Cantaban, alborotados, porque la oscuridad se los había tragado, como se traga todas las cosas, y después los había escupido, como está obligada a escupir todas las cosas, que se levantan entumecidas mojadas.
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Los diques de Irene Solà
La felicidad es como una luna, con una cara blanca y brillante y una cara oscura.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
La gente se cansa antes enseguida de esperar a que estés bien.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
Y no aprender el miedo. Porque hay cosas que no quieres aprender , que no tendrías que aprender, y las aprendes para siempre. Y ya no se puede hacer nada, ni se puede querer nada, ni sentir nada con tanto miedo. Ni se puede volver a ser como se era antes, porque antes no se había aprendido el miedo.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
Y en mi fuero interno tienen sentido todas las cosas que no lo tienen, y han dejado de tenerlo todas las que deberían tenerlo.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
Yo les dije alguna vez que vinieran a bañarse al río, que en la montaña no hay guerra, que las guerras se terminan pero las montañas nunca se terminan, que la montaña es más vieja que la guerra, y más sabia que la guerra, que si estás muerto ya no pueden matarte otra vez.
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Los diques de Irene Solà
Esta es Ada. Estas son las teclas del ordenador de Ada, que esperan, atentas, la embestida.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
Siento que no volvieras y siento haber querido siempre que volvieras. (...) Y siento perdonarte cuando te perdono. Y siento no perdonarte cuando no te perdono. Y siento que a veces no basta con sentirlo, como a veces no basta con quererse.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
["Respiro hondo para que este aire tan limpio, tan húmedo y tan puro de montaña me llegue hasta lo más hondo de los pulmones. Este aroma de tierra y de árbol y de mañana. No me extraña que la gente de aquí arriba sea más buena, más auténtica, más humana, si respiran este aire todos los días. Y beben agua de este río. Y contemplan todos los días la belleza de estas montañas mitológicas, tan hermosas que duele en el alma."]
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
Elegíamos el color de las crestas y el de los campos, el brillo de los ríos y el de los ojos que miran el cielo.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?