El malentendido de Irčne Némirovsky
El lazo conyugal se aflojaba poco a poco, como un nudo hecho con dos cuerdas diferentes que han ido desgastándose con el tiempo. Su desánimo se parecía un poco a la debilidad que nos atenaza en los sueńos, cuando, por ejemplo, vemos tranquilamente arder nuestra casa, como si no nos perteneciera.
|