La justa proporción de las cosas y otros cuentos de Horacio Quiroga
Hombre y devastación son sinónimos desde tiempo inmemorial en el pueblo entero de los animales. Para las víboras en particular, el desastre se personificaba en dos horrores: el machete escudriñando, revolviendo el vientre mismo de la selva, y el fuego aniquilando el bosque en seguida, y con él los recónditos cubiles.
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