Siempre me ha interesado la historia de Miyamoto Musashi, pero enfrentarme a esta historia gráfica ha sido un tormento para mí: no voy a hablar del dibujo, no voy a hablar de los episodios que retrata porque son cosas que quedan en segundo plano cuando te topas con una cantidad de faltas de ortografía que te hacen doler los ojos (en una historia contada en mayúsculas unas tildes aparecen y otras no, signos de puntuación incorrectos, un "ha" a modo de interjección,... Y prefiero no hablar de ese "absorve"). No sé ni cómo he sido capaz de aguantar hasta el final... Pido, por favor, que siempre se invierta un poco en un corrector. |