El lobo estepario de Hermann Hesse
En todos estos sacudimientos de mi vida salía al final ganando alguna cosa, eso no podía negarse, algo de espiritualidad, de profundidad, de liberación; pero también algo de soledad, de ser incomprendido, de desaliento. Mi vida había sido, de una a otra de estas sacudidas, un constante descenso, una distancia cada vez mayor de lo normal, de lo permitido, de lo saludable [...] Estaba al margen de todos los grupos sociales, solo, amado de nadie, mirado por muchos con desconfianza, en conflicto amargo y constante con la opinión pública y con la moral.
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